El último fin de semana de febrero se organizó una salida para los jóvenes de la parroquia. Yo hace poco que me he incorporado a “St. Ignasi” y, cuando se me propuso, pensé que era una buena oportunidad para conocer más a la gente, compartir vivencias fuera de los encuentros habituales en Misa o Catequesis y disfrutar de la tranquilidad de la naturaleza desconectada de la ajetreada vida que llevamos.
El sábado amaneció gris pero el tiempo no fue impedimento para que algunos jóvenes “intrépidos” comenzáramos la pedalada hacia Juneda. Nada más salir de la ciudad, comenzó la lluvia, que nos acompañó prácticamente todo el camino. Fue un trayecto un poco largo - a pesar de que siempre quedaban 4 Kms. para alcanzar nuestro destino- según Samuel. Pudimos compartir momentos de risa, de frío, de hipoglucemias, de pinchazo de rueda y pérdida de algún que otro pedal, pero lo importante es que llegamos a nuestro destino sanos, empapados y salvos. Allí nos esperaba el resto del grupo, con una dinámica preparada para presentarnos e ir rompiendo el hielo.
Por la tarde, dedicamos un rato al arte escénico y pudimos conocer conversaciones tan interesantes como los consejos de Victoria Beckam a la Virgen María; nos descubrieron el armario de los hombres, vimos por primera vez a “Jovenívols” ganando al “Esplai”, el paseíllo del Barça al Madrid... y todas ellas nos arrancaron alguna carcajada.
Del momento serio del día se encargaron los monitores del Esplai, que moderaron un debate sobre algunos aspectos relacionados con la fe, la convivencia, la solidaridad... que nos ayudaron a reflexionar, a compartir opiniones.
Después, quedó tiempo para cantar, pasear, hablar... hasta que, después de la cena, organizamos un juego por equipos, que amenizó la noche.
Al día siguiente, tocaba trabajar un poco y esbozamos el proyecto de jóvenes de la parroquia. Llegamos a la conclusión de potenciar cuatro pilares básicos para la vida de fe (Grupo, Eucaristía, Acompañamiento y Servicio), que es lo que nos unía a todos los que allí nos reunimos. El segundo de ellos, la celebración de la Eucaristía presidió el final de la mañana y prácticamente marcó el momento de la salida pues, por la tarde, pronto, emprendimos el regreso a casa. En él no faltaron los momentos de diversión, de alguna caída, de huida de los perros que salían a nuestro encuentro... y para concluir la ruta... la limpieza de bicis y de algún que otro ciclista en el lavadero de coches.
A nivel personal, en un principio me hacía ilusión ir pero, a la vez, tenía un pequeño nudo en el estómago por si me sentía un poco extraña entre tanta gente que ya se conocía desde hacía más tiempo; sin embargo, me sentí muy bien acogida y muy cómoda entre todos vosotros, así que...¡ya estoy esperando la próxima salida!
El sábado amaneció gris pero el tiempo no fue impedimento para que algunos jóvenes “intrépidos” comenzáramos la pedalada hacia Juneda. Nada más salir de la ciudad, comenzó la lluvia, que nos acompañó prácticamente todo el camino. Fue un trayecto un poco largo - a pesar de que siempre quedaban 4 Kms. para alcanzar nuestro destino- según Samuel. Pudimos compartir momentos de risa, de frío, de hipoglucemias, de pinchazo de rueda y pérdida de algún que otro pedal, pero lo importante es que llegamos a nuestro destino sanos, empapados y salvos. Allí nos esperaba el resto del grupo, con una dinámica preparada para presentarnos e ir rompiendo el hielo.
Por la tarde, dedicamos un rato al arte escénico y pudimos conocer conversaciones tan interesantes como los consejos de Victoria Beckam a la Virgen María; nos descubrieron el armario de los hombres, vimos por primera vez a “Jovenívols” ganando al “Esplai”, el paseíllo del Barça al Madrid... y todas ellas nos arrancaron alguna carcajada.
Del momento serio del día se encargaron los monitores del Esplai, que moderaron un debate sobre algunos aspectos relacionados con la fe, la convivencia, la solidaridad... que nos ayudaron a reflexionar, a compartir opiniones.
Después, quedó tiempo para cantar, pasear, hablar... hasta que, después de la cena, organizamos un juego por equipos, que amenizó la noche.
Al día siguiente, tocaba trabajar un poco y esbozamos el proyecto de jóvenes de la parroquia. Llegamos a la conclusión de potenciar cuatro pilares básicos para la vida de fe (Grupo, Eucaristía, Acompañamiento y Servicio), que es lo que nos unía a todos los que allí nos reunimos. El segundo de ellos, la celebración de la Eucaristía presidió el final de la mañana y prácticamente marcó el momento de la salida pues, por la tarde, pronto, emprendimos el regreso a casa. En él no faltaron los momentos de diversión, de alguna caída, de huida de los perros que salían a nuestro encuentro... y para concluir la ruta... la limpieza de bicis y de algún que otro ciclista en el lavadero de coches.
A nivel personal, en un principio me hacía ilusión ir pero, a la vez, tenía un pequeño nudo en el estómago por si me sentía un poco extraña entre tanta gente que ya se conocía desde hacía más tiempo; sin embargo, me sentí muy bien acogida y muy cómoda entre todos vosotros, así que...¡ya estoy esperando la próxima salida!
Teresa Taberner
2 comentaris:
Ens alegrem molt que t'animessis a venir i ens ha agradat molt la teva entrada al blog. Nosaltres també estem esperant la propera experiència de joves!! Per cert, encara t'hem de "porlar" jeje
Víctor i Marta
L'entrada està súper bé!
I sí, per primera vegada Jovenívols va guanyar a l'Esplai... però no tornarà a passar!
Personatge anònim de l'Esplai
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